miércoles, 2 de abril de 2014

Malvinas: los sucesos 32 años después

El 2 de abril de 1982 se produjo el operativo militar que pretendía la recuperación de los archipiélagos australes por parte de las Fuerzas Armadas Argentinas. Una epopeya que daría lugar a una nueva historia que contaría nuestro país.



Por Julio Elizaga
Director del Centro de Estudios Políticos y Estadísticos
FORJA Lanús

El operativo, desde lo estrictamente militar, fue rápido y preciso. En esa primera invasión solo se registró una víctima y fue un oficial de nuestra Armada. Fue destacable que no se produjeron hechos delictivos, ni ataque ni agresiones a los ciudadanos malvinenses, esto partiendo del hecho de que se estaba recuperando suelo patrio.

Esto fue solo lo que ocurrió ese 2 de abril. A partir de ese momento se sucedieron todos los acontecimientos que, ya varias generaciones, conocen.

Los usurpadores del poder en el año 1976 carecieron de estrategia geopolítica como para poder recuperar de forma contundente las islas, poniendo como moneda de pago la vida de soldados que con honor fueron a defender nuestras islas.

La historia los declara como el régimen tiránico manejado por un plan de gobierno neoliberal digitado desde los centros de poder económico mundial. Estas juntas militares se consideraban aliados del país del norte, por lo que supusieron que los EE.UU. serían neutrales en el conflicto que se desataba con  Gran Bretaña o al menos buscarían ser concialiadores pacíficos del diferendo del atlántico sur.

La historia se nutre también de la ignorancia. Tamaña ignorancia de los responsables argentinos de este conflicto (la cúpula militar y los civiles asociados al "proceso") que no leyeron correctamente la alianza estratégica que unía a los EE.UU. con Inglaterra, no solo por los indicios históricos de haber luchado juntos en dos guerras mundiales, sino también por compartir el poder mundial desde fines del siglo 19, siendo hoy aliados en los procesos de neocolonialismo del siglo XXI.

El historiador (Contador Público Nacional y escritor) Carlos Andrés Ortiz, escribió lo siguiente: "Gran Bretaña puso el marcha su operativo bélico, con un gigantesco convoy, que incluyó varios submarinos nucleares y dos portaviones, contando con los respaldos del Commonwealth (la Comunidad Británica de Naciones) –por caso Nueva Zelandia sumó una fragata-, de la OTAN, y sobre todo muy activamente de EEUU, que en la Isla Ascensión (en medio del Atlántico) abasteció ampliamente de pertrechos bélicos de última generación, como los misiles aire – aire con los que equiparon a los cazas Harrier. Y es conocido que EEUU suministró amplia logística e información satelital y de aviones espías de alto rango de vuelo."

Esta conspiración de los aliados de Gran Bretaña puso la cifra de 649 compatriotas muertos y 1068 heridos, en tanto que la cifra "políticamente correcta" de bajas reconocidas por los usurpadores fue de 255 muertos y 775 heridos.

Las cifras argentinas pueden considerarse reales pero las británicas son contundentemente falseadas por algo que se conoce como Secretos de Estado y que se mantuvieron así por largo tiempo.

A medida que se conocían diferentes relatos de la guerra se empezaron a conocer datos más precisos que demuestran la mentira. El escritor antes mencionado expone esta información: "Analistas serios y muy bien documentados, estiman las bajas británicas en un mínimo de 1029 muertos, existiendo detalles de eso en función de los combates y de los navíos y aeronaves destruidos y dañados de las fuerzas invasoras colonialistas. Muy posiblemente soportaron más de 1250 bajas. Treinta y un barcos británicos suman los hundidos, más los averiados y fuera de combate. Reconocieron ocho hundimientos, pero muy probablemente el portaaviones Invincible –atacado certeramente por la Fuerza Aérea Argentina- fue hundido, y reemplazado de urgencia para ocultarse el hundimiento –por motivos políticos- por otro viejo buque similar que iba camino al desguace.
Cuarenta y cinco aeronaves británicas fueron destruidas en combate, además de varias perdidas en accidentes, y un número no precisado enviado al mar en las bodegas del gigantesco carguero Atlantic Conveyor.
Según una película documental británica posterior a la guerra, solo mantenían operativo en las islas un escuadrón de cazas Harrier…¿que pasó con los demás?
Con semejante nivel de daños soportados por los invasores británicos, además de los combates y bombardeos en tierra, ¿tiene lógica la cifra “oficial” de bajas de sus fuerzas? ¡Sin duda no!
Seguramente no incluyeron tampoco las bajas de los mercenarios gurjas, y de los tripulantes chinos, embarcados de urgencia en Hong Kong.
El altivo orgullo imperial no podía reconocer el enorme castigo recibido de un país del tercer mundo."

Todo este ocultamiento de información es una nueva demostración de la intencionalidad de los usurpadores por consolidar su estadía en las islas ya que involucra las enormes riquezas pesqueras, petrolíferas y estratégicas que ellas tienen.

A solo 350 km del continente argentino, enclavadas en el gran Atlántico austral los colonialistas modernos pretenden hacerse de estas riquezas e influir en el Estrecho de Magallanes y el Pasaje Drake como vía comunicacional con el océano Pacífico y vincularse, de este modo con la Antártida, a pesar de ser un país del hemisferio norte. Esta agresividad amenaza nuestra Patagónia donde ya se plantaron diversas organizaciones no gubernamentales pseudo pacíficas y ecológicas de origen británicas y norteamericanas (como Mapuche Nation, que opera en la Patagonia Argentina y la Patagonia Chilena, desde su sede en Bristol, Gran Bretaña), con el fin de anclar el desarrollo de la región.

En esto está en juego mucho más que la dignidad nacional. Hay posturas pro británicas y excesivos contactos de líderes políticos, que saltaron al escenario neoliberal, y manifiestan de forma encubierta o no, estar más cerca de la posición colonialista que de la firme posición argentina.

Evidentemente la dura posición del Gobierno actual de nuestro país perturba a Gran Bretaña y no puede ocultar su malestar cuando se hacen manifiestos los apoyos de organismos reconocidos como la Unasur, el Mercosur y la Celac.

Por alguna razón (use discernimiento el lector) en diciembre de 2013 y enero de 2014 las filiales locales de Shell y del Banco HSBC, empresas dominadas por el imperialismo, desataron el llamado "Golpe de Mercado" a los cuales se sumaron la prensa de tilde neoliberal y destituyente de nuestro país con sus peones de turno (movimientos de izquierda serviciales a la causa, sindicalistas devenidos en empresarios y formadores de opinión).

El Gobierno argentino se propone recuperar las islas de manera pacífica, de conformidad con los principios del Derecho Internacional y teniendo en cuenta los intereses de sus habitantes. Sin embargo, a pesar de la permanente voluntad de diálogo del gobierno Argentino, el Reino Unido ignora el llamado de la comunidad internacional a reanudar las negociaciones de soberanía y agrava la situación mediante la realización de actividades unilaterales, las que incluyen la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables, así como la realización de ejercicios militares.

Todo esto debe hacer relucir en cada argentino un poco más de patriotismo y sobre todo, en esta fecha ya histórica, recordar a aquellos que con valor y decisión lucharon para hacer flamear nuestra insignia patria en ese suelo insular.


Prensa FORJA Lanús